La mujer tiene un papel muy importante en la economía. Más de la mitad de la población en España (50,93%) son mujeres. Las mujeres representan el 45% de la fuerza laboral del país, el 88% del trabajo doméstico y el 90% de los cuidados. Las que trabajan y figuran en los registros de Empleo son casi nueve millones de ocupadas, pero hay muchas más diluidas en la economía sumergida, empleadas en trabajos no remunerados o trabajando sin contrato.
Con una tasa de paro del 18,3%, España es el segundo país de la Unión Europea después de Grecia con el desempleo femenino más alto. También el masculino es elevado, hasta un 14,9%, casi tres puntos no obstante por debajo del de las mujeres. El desempleo las mira peor a ellas: el paro femenino ha descendido un 5 % anual, mientras que el masculino lo ha hecho el doble, un 10 %.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, 8.436.200 mujeres trabajan en España. De ellas, 2.056.000 lo hace a tiempo parcial, frente a los 776 hombres que pasan en el tajo menos de ocho horas diarias. El 72% de los contratos a tiempo parcial tiene nombre de mujer. Y eso porque ellas se encargan de la crianza de los hijos, del trabajo doméstico y del cuidado de los dependientes en una sociedad todavía inequitativa.
Pero, por más que quisieran, tampoco tendrían fácil aumentar la jornada. El empleo parcial, aunque por debajo de la media de la OCDE, es una tónica cada vez más habitual en el mercado de trabajo español. Para más inri, el 92% de las excedencias y reducciones de jornada para cuidado de hijos o mayores de 2017 fueron solicitadas por mujeres, con lo que implica en trayectoria laboral y en las cotizaciones para jubilación. La brecha salarial no son los hijos sino el desigual reparto de los cuidados.
Con una tasa de paro del 18,3%, España es el segundo país de la Unión Europea después de Grecia con el desempleo femenino más alto. También el masculino es elevado, hasta un 14,9%, casi tres puntos no obstante por debajo del de las mujeres. El desempleo las mira peor a ellas: el paro femenino ha descendido un 5 % anual, mientras que el masculino lo ha hecho el doble, un 10 %.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, 8.436.200 mujeres trabajan en España. De ellas, 2.056.000 lo hace a tiempo parcial, frente a los 776 hombres que pasan en el tajo menos de ocho horas diarias. El 72% de los contratos a tiempo parcial tiene nombre de mujer. Y eso porque ellas se encargan de la crianza de los hijos, del trabajo doméstico y del cuidado de los dependientes en una sociedad todavía inequitativa.
Pero, por más que quisieran, tampoco tendrían fácil aumentar la jornada. El empleo parcial, aunque por debajo de la media de la OCDE, es una tónica cada vez más habitual en el mercado de trabajo español. Para más inri, el 92% de las excedencias y reducciones de jornada para cuidado de hijos o mayores de 2017 fueron solicitadas por mujeres, con lo que implica en trayectoria laboral y en las cotizaciones para jubilación. La brecha salarial no son los hijos sino el desigual reparto de los cuidados.
Aún así, cuando las mujeres que puedan y aquellas que quieran paren, España lo va a notar. El impacto de la huelga feminista sobre la economía será clave para conocer el peso de las mujeres en el funcionamiento del país, al margen de encuestas.
Servicio doméstico, limpieza, cuidados, sanidad, lineales de supermercados, tareas administrativas, atención al público, cocina y enseñanza son sectores feminizados en un 90%. Casas sin limpiar, guarderías sin personal, hospitales sin enfermeras, colegios sin profesorado, dependientes al cuidado de ellos...
Según la última Encuesta de Población Activa, el 97,4% de los trabajadores en el servicio doméstico son mujeres. Casi el 85% de las enfermeras son enfermeras y no enfermeros, en médicos el porcentaje disminuye pero roza el 50% La educación infantil prácticamente desaparecería por un día: más del 97% de los profesores son mujeres. En primaria la situación no sería muy diferente, ocho de cada diez son profesoras. Ellas ocupan casi el 90% de los puestos en estos y otros sectores como el cuidado de mayores.
Servicio doméstico, limpieza, cuidados, sanidad, lineales de supermercados, tareas administrativas, atención al público, cocina y enseñanza son sectores feminizados en un 90%. Casas sin limpiar, guarderías sin personal, hospitales sin enfermeras, colegios sin profesorado, dependientes al cuidado de ellos...
Según la última Encuesta de Población Activa, el 97,4% de los trabajadores en el servicio doméstico son mujeres. Casi el 85% de las enfermeras son enfermeras y no enfermeros, en médicos el porcentaje disminuye pero roza el 50% La educación infantil prácticamente desaparecería por un día: más del 97% de los profesores son mujeres. En primaria la situación no sería muy diferente, ocho de cada diez son profesoras. Ellas ocupan casi el 90% de los puestos en estos y otros sectores como el cuidado de mayores.
BRECHA SALARIAL:
La brecha salarial es la diferencia existente entre los salarios de los hombres y los de las mujeres expresada como un porcentaje del salario masculino.
En España, ellas ganan un 14,9% menos en cifras del Gobierno, un 20% menos que ellos según los datos de Oxfam Intermón y un 30% en datos de CC OO. Con todo, la mayor brecha de género está en el trabajo que no se paga. Las aportaciones no remuneradas que realizan pueden suponer el 45% del Producto Interior Bruto de los países.
Esto no quiere decir que las mujeres cobren menos por realizar el mismo trabajo que los hombres, sino que las mujeres son contratadas para realizar trabajos en los que el salario no es muy elevado. Mientra que los hombres tienen trabajos mejor remunerados en los que su suelda es más alto.
En España, ellas ganan un 14,9% menos en cifras del Gobierno, un 20% menos que ellos según los datos de Oxfam Intermón y un 30% en datos de CC OO. Con todo, la mayor brecha de género está en el trabajo que no se paga. Las aportaciones no remuneradas que realizan pueden suponer el 45% del Producto Interior Bruto de los países.
Esto no quiere decir que las mujeres cobren menos por realizar el mismo trabajo que los hombres, sino que las mujeres son contratadas para realizar trabajos en los que el salario no es muy elevado. Mientra que los hombres tienen trabajos mejor remunerados en los que su suelda es más alto.
OPINIÓN:
Está claro que la mujer tiene mucha importancia en el ámbito de la economía por ello no debería ser discriminada. En muchas ocasiones los hombres tienen más facilidades a la hora de encontrar un determinado trabajo, y esta es una situación muy injusta ya que muchas mujeres pueden estar mucho mejor capacitadas que los hombres para realizar ese trabajo.
Hace unos años, la gran mayoría de los directores de las empresas eran hombres, actualmente muchas mujeres están a cargo de grandes empresas pero el numero de jefes hombres sigue siendo bastante superior. Esto se debe a que los puestos que obtienen las mujeres son menos remunerados y tienen peores condiciones de trabajo.
La brecha salarial es un tema muy preocupante para la sociedad ya que las mujeres deberían poder optar a mejores puestos de trabajo para que la brecha salarial no fuera tan excesiva. Pero, ¿cómo podríamos solucionar esto? ¿Debería intervenir el Estado? ¿si las mujeres fueran contratadas para realizar trabajos de mayor importancia desaparecería la brecha salarial?
Todas las fuentes de las que he obtenido información están en mi symbaloo.